Infinity views
La fisonomía de esta vivienda destaca en su singular emplazamiento, sobre una parcela con una fuerte pendiente y unas vistas abiertas hacia el horizonte infinito. Dichas vistas fueron una constante a la hora de plantear el diseño. Sobre un terreno con bastante inclinación, la casa se divide en tres niveles, estructurada en los espacios abiertos, las formas cúbicas y, sobre todo, la percepción constante de las vistas.
Para ello, se buscó el efecto de resaltar esas vistas infinitas panorámicas colándose por los grandes ventanales de la vivienda, orientados como ojos en todas las direcciones, en un juego de aperturas, porches, terrazas… que hacen participar a cada espacio del espectacular horizonte.
Así, el vidrio que abre ojos para la contemplación y recibe como un espejo los atardeceres reflejados en su superficie, combinado con la piedra que protege y delimita el ambiente de intimidad, son los materiales básicos que articulan el lenguaje estético de la casa.
El diseño conceptual nace a partir de dos prismas rectangulares que forman una “L” en planta baja y albergan la mayor parte de la zona habitable social, sobre los que descansan, en planta primera, unos volúmenes cúbicos destinados al ambiente más íntimo de los dormitorios; estos volúmenes se orientan y se giran en distintas direcciones para obtener las mejores vistas del paisaje, integrándose en una composición visual armónica y contemporánea.
La funcionalidad en su interior fue el principal encargo de la familia, manteniendo espacios abiertos y flexibles, que se integren entre sí visualmente y a su vez, conserven la privacidad en los espacios íntimos.